Las INDUSTRIAS CULTURALES se acabaron de materializar en los 70s y 80s en el mundo occidental principalmente, paralelamente a la quiebra del modelo económico fordista y posterior surgimiento del POSTFORDISMO. También nació el EMPRENDEDOR CULTURAL. Para los trabajadores creativos nació un nuevo modelo de contrato laboral, el TRABAJO AUTÓNOMO.

ECONOMÍA
DEL DISEÑO
ECONOMÍA
DEL DISEÑO
La ECONOMÍA DEL DISEÑO es la parte de la economía que estudia cómo encajar el arte, la cultura y el diseño en los regímenes de mercado y cómo pueden ofrecerse como producto de consumo. Desde el siglo pasado, la cultura se ha utilizado como medio para difundir mensajes políticos y para la manipulación. Durante la Rusia soviética se utilizó el arte como eje de su propaganda (el denominado constructivismo). La cultura también fue un medio eficaz para difundir los valores nazis en el Tercer Reich. Existe un notable consenso entre los círculos de sociólogos y expertos en comunicaciones a la hora de afirmar que el neoliberalismo también ha usado y sigue usando productos culturales como el cine, la televisión o la música como medios propagandísticos.
El diseño es una disciplina que merece especial atención en el mundo capitalista en el que vivimos. Lo bello, lo atractivo, incita al consumidor. Por eso, la publicidad es, por definición, engañosa. Los diseñadores juegan un gran papel en el mundo de hoy día, regido por la comunicación visual.
En los 50s, el neoliberalismo impactó definitivamente en nuestra sociedad... cuando las necesidades básicas quedan cubiertas, las empresas necesitan buscar nuevos lenguajes para alentar el consumo. El motor capitalista encontró en la persuasión estética una manera de movilizar, apelar y explotar los placeres y las emociones. Lipovetsky (2016) define esta etapa como «capitalismo artístico»
Lipovetsky, G., & Serroy, J. (2016). La estetización del mundo: Vivir en la época del capitalismo artístico. Anagrama.
Marcuse, H. (1987). El hombre unidimensional. Mexico City: Ariel.
La economía está basada en sacar dinero de los «bienes rivales», que son bienes cuyo consumo lo puede hacer sólo una persona. Por ejemplo: si tenemos un plátano y somos dos, según la lógica capitalista, o es para tí o es para mí. «Rivalizamos». Esto en la economía del diseño, no existe, pues una canción o un vídeo son bienes no-rivales y los pueden disfrutar infinitas personas. A estos productos es difícil de asignarle un valor. Para calcularlo, se usa la lógica contraria a los bienes rivales (la oferta y la demanda): cuanto más consumido un bien no-rival, más caro es. Las leyes proteccionistas como la PROPIEDAD INTELECTUAL son formas de intentar convertir los bienes no-rivales en bienes rivales.
NO-RIVALES
ESTETIZACIÓN DEL MUNDO